EL Corán y la transmisión de los textos sagrados de Oriente
Mohammed Akram Umar

Resumen

El Corán, libro sagrado del Islam, es una obra fundamental no sólo para la religión islámica, sino para toda la literatura árabe, debido a su clasicismo y estilo uniforme. Según la tradición, le fue revelado al profeta Mahoma en árabe, y por esta razón la lengua misma adquirió gran importancia, dando lugar a una larga serie de estudios exegéticos y lingüísticos que codificaron y Sijaron muy pronto la lengua árabe. Todo ello produjo cierto dogmatismo y puritanismo lingüístico, presente sobre todo en la famosa escuela de Bagdad; sirvió sin embargo para el mantenimiento del idioma.

El Corán apenas se ha traducido hasta tiempos recientes. Los musulmanes, en el esplendor de su imperio, enseñaban la lengua árabe a aquellos que quisieran conocer el Islam. Así, en los últimos catorce siglos, el Corán ha sido traducido únicamente a sesenta y cinco idiomas. En cambio la Biblia ha sido traducida a 1808 lenguas, según el informe de Bible Societies.

Ante esta situación, la Comunidad Internacional Ahmadia, arcada en 1889 con el fin de extender el Islam por todo el tnundo. ha traducido el Corán a cincuenta lenguas, y para el año próximo —primer centenario de la creación de la Comunidad— tiene el propósito de preparar una antología de versículos del Corán en otras cincuenta lenguas.

La literatura sánscrita sagrada, y la del budismo principalmciltc, presenta algunas similitudes con el Corán. Así, como ha ocurrido también en otros casos, la lengua, al ser portadora de la religión, ha adquirido un carácter sagrado, con todo lo que ello supone: exégesis, purismo, codificación y conservación de la lengua, etc. De hecho el sánscrito fue para el budismo al principio lengua religiosa, sacerdotal, aunque tuviera más tarde usos civiles. Aun hoy se utiliza a voces como lengua de cultura entre indios de diferente lengua. En cambio, en lo que respecta a la traducción las cosas son distintas, pues los textos budistas se tradujeron temprano y a muchas lenguas. Así por ejemplo en el siglo I d. J.C., comienza la penetración del budismo en China, y la traducción de textos budistas al chino; pero debido entre otras cosas a las enormes diferencias lingüísticas entre las dos Lenguas, mas que traducciones eran paráfrasis, casi incomprensibles para el chino no iniciado en el budismo.

En el Tibet en cambio encontramos un caso ejemplar de traba jo en equipo. Para ello, monjes tibetanos e hindúes, trabajando juntos, elaboraron un glosario tibetano sánscrito de más de 9800 palabras. Las traducciones tibetanas son tan perfectas que, al desaparecer en diversos saqueos los originales sánscritos, se han podido utilizar para reconstruir estos originales; así ha sido posible conocer el budismo hindú de la Edad Media.

En lo que repecta a la transmisión de las literaturas orientales, árabe pricipalemente, hay que nombrar lo que se ha llamado "Escuela de traductores de Toledo", creada en el siglo XII por el azobispo Raimundo. Cristianos, árabes y judíos llevaron a cabo una labor de gran magnitud en la traducción de obras árabes y griegas al latín, creando así un puente entre la cultura occidental y la oriental.