La traduccion, fuente de cultura
Ewald Osers

Resumen

I. APROXIMACIÓN HISTÓRICA

Los conceptos de "cultura" y de "civilización" conllevan desde siempre a priori la comunicación entre el individuo y la comunidad. Es por ello impensable que dicha comunicación se produzca sin traducción o interpretación. Incluso, la cultura occidental y la propia civilización europea se debe en gran medida a los traductores, como lo demuestran, entre otros, dos hechos:

– Las bases del Renacimiento las establecieron con dos siglos de anterioridad las traducciones realizadas por sabios y poetas árabes, judíos y cristianos habitantes del sur de la península ibérica, quienes dieron a conocer el pensamiento de filósofos, astrónomos y matemáticos de la Edad Clásica.

– La Biblia cristiana es el libro más traducido en la literatura de todo el mundo.

II. COMENTARIOS SOBRE ALGUNAS DE LAS FUNCIONES CULTURALES MENOS CONOCIDAS DE LA TRADUCCIÓN

Junto con el beneficio directo que supone para una determinada cultura traducir la literatura de otra lengua, hay también otra ventaja que se deriva de los dos sistemas lingüísticos o culturales que se ponen en tensión. Una de las razones de la mejora cualitativa experimentada por la traducción literaria desde mediados de siglo hasta ahora puede deberse a que el traductor es ahora consciente de que mientras el macrotexto es algo traducible, algunos elementos del microtexto no lo son de forma directa, ya que ciertos elementos culturales que aparecen en el texto no son trasladables a la lengua receptora.

Por otra parte, hay que reconocer que la cultura en que vivimos continúa siendo totalmente eurocéntrica. El monopolio que el Cristianismo ha ostentado en Europa desde la antigüedad ha sido un obstáculo para la recepción de las culturas asiáticas. Nadie duda de la riqueza de dichas culturas, pero, ¿dónde están los traductores? Y si apenas conocemos mediante la traducción esas grandes civilizaciones, ¿qué posibilidades les quedan a los pueblos o grupos étnicos pequeños de darse a conocer al mundo?

III. EL FUTURO DE LA TRADUCCIÓN LITERARIA

Un aspecto importante de la traducción literaria es su publicación; así, actualmente llegan a las librerías de Gran Bretaña más libros que hace cincuenta años, y, aunque muchos de ellos son traducciones, porcentualmente éstas continúan siendo igualmente pocas.

Sin embargo, el fenómeno más preocupante que se registra hoy en día es el propio sistema de mercado de los llamados "best-sellers", ya que las editoriales limitan sus esfuerzos a unos pocos libros, y cuando les llegan traducciones, los editores suelen mostrarse muy reticentes (excepto en el caso de que sean "best-sellers", naturalmente); ello se debe a que las obras traducidas son más caras que las publicadas directamente en la lengua original, de forma que se precisa algún tipo de subvención para publicar obras traducidas, que sufraguen al menos el coste de la traducción.

La literatura producida en lenguas de difusión limitada (LDL) se enfrenta además con otros obstáculos, porque, quién traducirá en el futuro ese tipo peculiar de literatura? Los avatares sufridos hasta hace poco tiempo por los pueblos de Europa (hambre, guerras mundiales, etc.) provocaron la migración a las democracias occidentales de gran número de personas, hablantes muchas de ellas de LDL, algunas de las cuales han trabajado como traductores. La traducción de lenguas de gran difusión (LGD), por el contrario, no preocupa a nadie, porque estos idiomas se enseñan en muchos países, pero no sucede lo mismo con las LDL; éstas tendrán traductores en aquellos lugares en que exista el bilingüismo, pero no así en donde sean idioma único. Además, los medios que se han venido utilizando hasta el momento han revelado no ser los más adecuados:

  • En la traducción poética han solido colaborar el propio autor y el traductor a la LDL, sin que ninguno de ambos albergue la esperanza de obtener compensación económica alguna por su labor. Por otra parte, este método es demasiado caro y lento para la traducción de prosa.
  • En la Unión Soviética, por ejemplo, para verter la literatura de una LDL a otra, primeramente se traducían las obras al ruso, con lo que era muy difícil que este método de doble paso garantizase absolutamente la calidad del producto final.