La traducción desde el punto de vista de la lexicografía: problemas y soluciones
Resumen
La intención del autor es ofrecer una visión profunda de la forma en que la lexicografía y la traducción de la lengua vasca han evolucionado a lo largo de los años. Este artículo se divide básicamente en dos partes: 1. Problemas prácticos. 2. Lexicografía vasca vs. Lexicografía tailandesa/china.
En la primera parte, en autor se refiere al hecho de que la traducción entre la lengua vasca y la lengua inglesa es una actividad relativamente nueva. La traducción entre ambos idiomas se inició de forma humilde con una serie de traducciones dispersas realizadas por Edward Spencer Dogson, pero se puede decir que no cobró realmente fuerza hasta la década de 1980. No obstante, es razonable predecir que en el futuro la mayoría de las traducciones a la lengua vasca se realizarán desde el inglés, no desde el castellano, debido a la enorme importancia del inglés en el ámbito de la comunicación mundial, en la investigación, en la bibliografía, en internet y en la propia Unión Europea.
En todo el mundo, la lexicografía bilingüe es una actividad altamente especializada, si bien el coste y la amplitud del tema la convierten en una actividad relativamente poco extendida. En ese sentido, puede decirse que en el mundo actual, en cualquier idioma, son pocos los diccionarios realmente buenos y fiables. Puede decirse que los países que cuentan con la mejor tradición lexicográfica bilingüe son Inglaterra, Alemania, Francia, Rusia y Japón. Pueden existir grandes diccionarios publicados en otros países del mundo, pero la opinión del autor es que los países mencionados cuentan con una tradición superior a la del resto.
En relación a la tradición de la lexicografía vasca bilingüe no hay nada especial que mencionar. Existe muy poca gente -o editoriales- que trabaje de forma permanente en la compilación, investigación y publicación de diccionarios vascos bilingües sobre una base de continuidad: Elhuyar, Bostak Bat y Morris Academy Press. Hay que tener en cuenta que el pequeño y débil mercado es un obstáculo para el desarrollo de la lexicografía vasca, así como la ausencia de una verdadera cooperación. Además, los propios vascos muestran poca ambición en lo referente a compilar trabajos lexicográficos verdaderamente amplios y comprehensivos. Así, la existencia de traductores de lengua vasca con certificación oficial es algo reciente; asimismo, tampoco existe mucho interés en la compilación de diccionarios vascos bilingües en los idiomas de los inmigrantes que han venido al País Vasco. El autor piensa que los vascos deberían mirar más allá de España, incluso más allá de Europa, para fijarse en lo que se ha producido en Asia. La escala de los diccionarios asiáticos supera en mucho la de cualquier diccionario elaborado en Europa.
Posteriormente, el autor pasa a ofrecer ejemplos de registro social. Según parece, el registro más difícil en lengua vasca resulta ser el nivel de habla muy coloquial o incluso vulgar. Ofrece un amplio ejemplo del uso de la palabra «joder», junto con diversas soluciones, a pesar del mito que afirma que en la lengua vasca no existen palabrotas.
En la segunda parte, el autor comenta las razones que le han impulsado a aventurarse en la lexicografía asiática, empezando con el tailandés y posteriormente pasando al chino mandarín. A pesar de las diversas dificultades motivadas por el trato con un idioma de vínculos históricos, religiosos y culturales completamente diferentes, sin olvidar las diferencias en fauna y flora, el autor expresa la idea de que es mucho más sencillo compilar un diccionario tailandés-inglés o chino-inglés que un diccionario vasco-inglés, aún existiendo diferentes sistemas de escritura y problemas de transliteración (al menos en tailandés). Finalmente, con objeto de mostrar el desconocimiento y aislamiento que la cultura vasca encuentra en Asia, refiere que incluso el termino «Euskal Herria» se traduce de forma errónea como «Región Vasca», en vez de como «País Vasco», en algunos de los idiomas principales de Asia. Además, el autor muestra algunas páginas del diccionario vasco-chino que él ha diseñado.