Los estudios de Traductor de Euskara: análisis de una década
Resumen
Hace diez años, Euskaltzaindia (Academia de la Lengua Vasca) me pidió que llevara a cabo la creación y puesta en marcha de lo que luego se conocería como Escuela de Traductores de Martutene. Para ello, elaboré en primer lugar un dossier-anteproyecto, publicado por la revista "Euskara" (28/3/198). Una vez publicado el proyecto, y tras el estudio de las diversas Escuelas de Traducción e Interpretación de Europa, se dan los primeros pasos para la puesta en marcha de la Escuela. Hay que señalar que esto ocurre en el contexto de una lengua en fase de normalización y unificación, lo que influye decididamente en el mundo de la traducción vasca; por ello, la labor de normalización en las diversas ramas de la ciencia y el saber es fundamental en el desarrollo de los estudios de traducción.
Así, en 1980 nace el EIOPE ("Euskal Itzultzailen Oinarrizko Prestakuntzarako Eskola", Escuela para la Preparación Básica de Traductores Vascos). Aunque al principio dependía de Euskaltzaindia, entre 1980-1987 pasa a las manos del Gobierno Vasco, y se sitúa en Martutene, dentro de las dependencias de una Escuela de Formación Profesional. Entre los planes de la Escuela, además de la enseñanza convencional (que se fija por tres años), estaba también el proyecto de llevar adelante planes de investigación, publicación de textos y bibliografía (se publicaron 4 libros, y nació esta revista, SENEZ), extensión de la escuela a Bilbao, creación de seminarios de traducción del ingles y del francés, cursillos intensivos de reciclaje, etc.
El paso al Gobierno Vasco se hizo sin embargo sin la debida estructuración y sin una clara visión de futuro; así, tras la salida de cuatro promociones, los problemas económicos y la falta de titulación académica hacen que el proyecto desarrollado de la escuela desaparezca; de cinco, quedan sólo dos profesores que se ven forzados, si la Escuela no va a desaparecer, a diseñar otro proyecto más sencillo y menos ambicioso.
Así, en los anos 88-89 comienzan los "Cursos de redacción e interpretación". Partiendo de que el traductor es "buen lector y buen redactor", y de que hoy en día, y más en nuestro contexto, la figura del corrector es tan importante como la del traductor, se organizan cursos intensivos de duración anual, que tienen, por un lado, la finalidad de profundizar y enriquecer el euskara, y, por otro, en lo que respecta a la traducción, se tiene en cuenta tanto la teoría como la práctica, se lleva a cabo la comparación de textos, y se insiste en el conocimiento por parte de los alumnos de la bibliografía referente a temas que la escuela ha reunido durante estos años.
Para terminar, si bien no se han alcanzado los objetivos soñados al principio, debido a los problemas antes apuntados, diremos que como logro importante está el hecho de haber superado un "lingüisticismo" y "filologismo" estériles, para dar paso a la estilística funcional, al análisis del discurso y a la crítica continua del uso de la lengua.