Articulando la historia de la traducción en España: la construcción de un diccionario enciclopédico de corte histórico
Francisco Lafarga (UB), Luis Pegenaute (UPF)

Este trabajo se ha realizado en el marco de las actividades del TRELIT-Traducción y recepción de las literaturas, grupo de investigación consolidado de la Generalitat de Catalunya (2005SGR00722), así como de los proyectos de investigación HUM2006-12972-C02-01 y HUM2006-12972-C02-02 del Ministerio de Educación y Ciencia, cofinanciados con fondos FEDER. Está prevista la publicación de una primera versión, en castellano, en L. Pegenaute, J. DeCesaris, M. Tricàs y E. Bernall (eds.), La traducción del futuro: mediación lingüística y cultural en el siglo XXI. Vol. I: La traducción y su práctica, Barcelona, PPU, en prensa.
Francisco Lafarga (Universitat de Barcelona)
y
Luis Pegenaute (Universitat Pompeu Fabra)

Que la traducción se ha convertido en España en materia de investigación privilegiada en los últimos años es algo bien sabido. Han proliferado los coloquios, congresos, jornadas y otros encuentros científicos, las revistas y colecciones especializadas, las monografías y también las tesis doctorales relacionadas con la traducción. Dentro de este campo, el estudio de la historia de la traducción ocupa un lugar preponderante. Si en 1987 al publicar el volumen Traducción, traducciones, traductores: Ensayo de bibliografía española J.-C. Santoyo se lamenta de la falta de autores españoles que traten el tema de la traducción, en 1996, en su obra Bibliografía de la traducción en español, catalán, castellano y vasco, habla ya de «aires completamente nuevos». Cierto es que se incluyen un buen número de referencias de trabajos publicados en América Latina, pero no deja de ser impresionante el volumen: unos 4.800 títulos. Dada la multidisciplinar perspectiva con que la traducción puede ser abordada, las aproximaciones resultan variadísimas, pero dentro de ellas son particularmente abundantes las que adoptan una perspectiva histórica. En otro repertorio bibliográfico, compilado en este caso por F. Navarro (1996), y centrado exclusivamente en el periodo 1985-1995, se reúnen unas 235 entradas (casi un 10 % del total) en el apartado sobre «historia de la traducción», aunque también podrían haber encontrado allí cabida algunas de las que tenemos en el de «teoría de la traducción». Por su parte, Valero Garcés (2000) manifiesta que entre 1980 y 1998 se publicaron en España unos 3000 títulos (libros y artículos) relacionados con la traducción, de los que un 24 % tendrían que ver con cuestiones históricas. Como es obvio en los casos anteriores, no toda esta producción bibliográfica tiene por objeto historiar la traducción realizada en nuestro país, pero sí que ocupa una posición preferente. También habría que sumar, claro está, la producción bibliográfica que desde el extranjero se ha podido ir produciendo sobre aspectos relacionados con la traducción a lo largo de la historia de España. Igualmente, cabe sugerir que, sin explicitar el tema de la «traducción» en el título de la contribución, éste ocupa un destacadísimo lugar en tantos y tantos trabajos que desde el ámbito de la Literatura Comparada toman como foco de la recepción el contexto de la literatura española.

De todos modos, a pesar del interés que este campo ha despertado, seguimos teniendo cierta carencia de obras de referencia (lo que sería aplicable, en general, a otros ámbitos de los Estudios de Traducción). Cierto es que, como venimos diciendo, contamos con un buen número de trabajos, muchos de ellos excelentes, sobre cuestiones puntuales (sobre un traductor, sobre un autor traducido, sobre una traducción, etc. o incluso sobre una época determinada), pero sólo muy recientemente hemos presenciado la publicación de visiones panorámicas. Por otra parte, es innegable que la historia de la traducción en el ámbito español continúa ocupando un espacio muy restringido en el contexto internacional. Así, la conocida Histoire de la traduction en Occident de H. van Hoof (1991) carece de un capítulo dedicado a España, ausencia que no puede darse por resuelta en un breve artículo del mismo autor (1998). Otro resumen de historia de la traducción en España es el redactado por A. Pym (1998) para la Routledge Encyclopedia of Translation Studies; su necesaria brevedad —nueve páginas a doble columna— no satisface las necesidades de un lector curioso. Justo es recordar, de todos modos, que el primer estudio de conjunto en forma de libro apareció fuera de España: se trata de un texto de 80 páginas en italiano, de Mª del Carmen Sánchez Montero (1998), aunque cabe decir que ha pasado bastante desapercibido y suele ser poco citado en la bibliografía española. La autora combina elementos de historia de las traducciones con el pensamiento sobre la traducción para la Edad Media y los Siglos de Oro, pero se limita a hacer consideraciones acerca del discurso sobre la traducción para las épocas restantes. La obra se estructura en torno a una periodización por siglos. En el año 2000 vieron la luz dos volúmenes que ofrecían una visión panorámica, con una orientación muy diferente: Negotiating the Frontier: Translators and Intercultures in Hispanic History de A. Pym y la Aproximación a una historia de la traducción en España de J. F. Ruiz Casanova. El primero constituye un recorrido discontinuo por un conjunto de doce momentos que el autor considera ejemplares en la historia de la traducción en el mundo hispánico, desde el siglo XII hasta nuestros días. A pesar del carácter fragmentario de un acercamiento de este tipo, el estudio permite establecer vinculaciones entre fenómenos sucedidos a siglos de distancia e intenta poner de relieve que algunos hechos contemporáneos hunden sus raíces en el pasado. Si bien la obra de Ruiz Casanova presenta un título modesto y precavido, tiene el mérito, aparte de su carácter pionero, de presentar un panorama histórico, vinculando la historia de la traducción —literaria— a la historia de la literatura y sus grandes períodos cronológicos habituales: Edad Media, Siglos de Oro, siglos XVIII, siglo XIX y siglo XX. Todos los capítulos se abren con un epígrafe titulado «Lengua y literatura», en el que se intenta dar razón del contexto lingüístico y literario con el fin de insertar la traducción como una práctica cultural más. En una perspectiva igualmente histórico-cronológica, aunque con planteamientos y elementos algo distintos, se sitúa la más reciente Historia de la traducción en España, editada por F. Lafarga y L. Pegenaute (2004) y que cuenta con la colaboración de diversos especialistas (M. Gallego Roca, F. Lafarga, J. M. Micó, L. Pegenaute, J.-C. Santoyo y M. A. Vega para la cultura en castellano; J. Pujol, J. Solervicens, E. Gallén y M. Ortín para la catalana; C. Noia para la gallega; X. Mendiguren para la vasca). Es objetivo de esta obra presentar la situación de la traducción en España en distintos períodos históricos, combinando las referencias a la actividad traductora con las necesarias alusiones a las poéticas traductoras vigentes o generalmente aceptadas en cada período. Cada capítulo tiene en cuenta, como norma general, los siguientes aspectos: diversidad de las traducciones literarias, con eventuales alusiones a traducciones de textos no literarios, agentes de la traducción (traductores, mecenas o impulsores de la traducción, mundo editorial, etc.), relación entre traducciones y pensamiento traductor, recepción de la literatura traducida, relación entre literatura traducida o importada y literatura autóctona. Habida cuenta de la diversidad lingüística y cultural de España, se ha previsto la presencia de capítulos específicos que contemplen la situación en otros ámbitos lingüísticos y culturales españoles, aparte del castellano: catalán, gallego y vasco. Por razones de tipo histórico y también cuantitativo, se ha dedicado un mayor espacio a la traducción en el ámbito de la cultura castellana, necesariamente segmentada en distintos apartados.

Una vez establecido el panorama histórico de la traducción, una de las prioridades principales es la de descubrir con mayor precisión la personalidad y la labor de los traductores, así como la traducción y la recepción de los grandes autores y obras de la cultura universal. Es con esta finalidad que se ha previsto la realización de un Diccionario histórico de la traducción en España que recoja una información hasta ahora dispersa, incompleta y muy poco uniforme. La obra, que será publicada próximamente por la editorial Gredos, se estructura en torno a dos grandes ejes. Por una parte, el centrado en la cultura receptora (no sólo en el ámbito de habla castellana sino también en el de las otras tres lenguas del estado), constituido por la relación de traductores españoles significativos —a partir de criterios de calidad o importancia histórica de su tarea o de la fuerza de su personalidad (su importancia, por ejemplo, como escritores, políticos, intelectuales, es decir, personas que se hayan distinguido en ámbitos no estrictamente traductores)—, y otras personas o entidades que han actuado de intermediarios de la tarea traductora (editores, editoriales, colecciones o series de traducciones, instituciones relacionadas con la traducción, premios de traducción), así como teóricos o críticos de la traducción. Por otra parte, el eje centrado en las culturas emisoras, que incluirán entradas relativas a grandes autores y obras de la literatura universal, así como a los ámbitos culturales que más presencia han tenido en la cultura receptora.

Esta obra, concebida como un gran diccionario enciclopédico, pretende reunir siguiendo un orden alfabético tanto a traductores como a autores extranjeros. Aunque la mayor parte de las entradas están constituidas por antropónimos, también se ha previsto la inclusión de entradas generales sobre las principales literaturas nacionales (así, la italiana o la polaca, por ejemplo), sobre la traducción del catalán, gallego y vasco (respectivamente) al castellano y también sobre la traducción (desde cualquier lengua, incluyendo el castellano) hacia el catalán, gallego y vasco, además de entradas sobre cuestiones no literarias. La preparación del volumen ha supuesto una ingente labor de planificación y organización, pues de las 850 entradas de que constará se han ocupado unos 400 redactores, coordinados a través de un comité asesor compuesto por reconocidos especialistas, que se han encargado de establecer el catálogo de entradas y de contactar con los redactores que consideraban más reputados para prepararlas, además de supervisar su labor. Ha sido particularmente delicada la asignación de espacios a cada uno de los ámbitos, en función de su importancia relativa, y la asignación particular de espacios a cada entrada, siguiendo el mismo criterio. Uno de los aspectos más fuertemente subrayados, en lo que respecta a las entradas de autores extranjeros, ha sido que la dimensión de su presencia en la obra —de hecho la propia legitimidad de su inclusión en el Diccionario— había de venir medida no por su trascendencia en su propio contexto literario o en un canon universal sino por su influjo o impacto en el contexto receptor.

El ámbito emisor se ha articulado de la siguiente manera: literatura griega (coordinada por Javier Martínez García), literatura latina (José Luis Vidal), lenguas semíticas (Salvador Peña), Extremo Oriente (Albert Galvany), lengua francesa (Àngels Santa), literatura italiana (Mª de las Nieves Muñiz), lengua portuguesa (Elena Losada), lengua inglesa (Julio-César Santoyo), lengua alemana (Miguel Ángel Vega), países escandinavos (Enrique Bernárdez), eslavas (Fernando Presa). En este ámbito se ha previsto la inclusión de tres tipos de entradas: entradas generales sobre ámbitos culturales extranjeros que han tenido especial repercusión a lo largo de la historia en la cultura hispánica, entradas sobre los grandes autores de la literatura y el pensamiento universales, así como de obras de singular relevancia, anónimas (Biblia, Corán). En las entradas sobre ámbitos culturales se presenta una visión panorámica, siguiendo una presentación temporal y se procura dar voz a aquellos autores que no cuentan con una entrada propia en el Diccionario, con el fin de que éste resulte lo más completo posible. En particular, los ámbitos elegidos son los siguientes: griego clásico, griego moderno, latín, árabe, hebreo, chino, japonés, indio antiguo, francés, francofonía europea, francofonía americana, francofonía africana, italiano, portugués, brasileño, africano de habla portuguesa, inglés, canadiense de habla inglesa, africano de habla inglesa, indio de habla inglesa, australiano y neozelanddés, alemán, alemán austriaco, neerlandés, sueco, danés, noruego, polaco, ruso, checo y eslovaco, búlgaro, serbocroata, húngaro, rumano, albanés, catalán → castellano, euskera → castellano, gallego → castellano, varias lenguas → catalán, varias lenguas → euskera y varias lenguas → gallego.

En las entradas sobre autores traducidos se presenta una breve biografía del autor traducido, insistiendo en su lugar en la cultura de salida, para prestar después atención a las traducciones de que ha sido objeto y proceder a un somero análisis de alguna que pueda resultar significativa. También se destaca la recepción del autor en el contexto receptor en lo que respecta a respuesta crítica, influencia en otros escritores, etc. Finalmente, en las entradas sobre obras anónimas se destaca igualmente su lugar en el contexto original y se tratan sus traducciones, proporcionando una descripción detallada de las versiones, su relación con la obra original, las posibles críticas que hayan podido suscitar y, en general, la incidencia de la obra en cuestión en el contexto receptor.

Por su parte, el ámbito receptor se ha articulado así: Edad Media española (coordinada por Carlos Alvar), Siglos de Oro (Josep Maria Micó), siglo XVIII (María Jesús García Garrosa), siglo XIX (Luis Federico Díaz Larios), siglo XX (Miguel Gallego Roca), ámbito catalán (Enric Gallén), ámbito gallego (Camino Noia), ámbito vasco (Karlos del Olmo). También aquí se han previsto tres tipos de entradas: sobre traductores, agentes e intermediarios de la traducción y, finalmente, sobre modalidades de la traducción no literaria. Las entradas sobre traductores vienen determinadas por cuestiones relacionadas con criterios de calidad o importancia histórica de su tarea o de la fuerza de su personalidad (su importancia, por ejemplo, como escritores, políticos, intelectuales, es decir, personas que se hayan distinguido en ámbitos no estrictamente traductores). Cada entrada habrá de contener una breve biografía del traductor; formas y contenidos de su actividad específica como traductor, relacionándola con la situación de la traducción en su época, con su actividad como escritor original (si procede), con las ideas sobre la traducción de su tiempo, etc.; información bibliográfica sobre sus traducciones, con eventual descripción pormenorizada de alguna de ellas, referencia a las críticas suscitadas, etc., además de indicación de fuentes secundarias y bibliografía crítica adecuada. Por su parte, las entradas sobre agentes e intermediarios de la traducción, se ocuparán de editores, editoriales, colecciones o series de traducciones; antologías de traducciones; instituciones relacionadas con la traducción y premios de traducción; teóricos, críticos y estudiosos de la traducción. Finalmente, dentro de las modalidades de traducción no literaria se han distinguido las siguientes: traducción científica y técnica, traducción económica, traducción jurada, traducción de textos informáticos, traducción y enseñanza de lenguas, formación de traductores, la investigación sobre traducción, ayudas y premios a la traducción, traducción y mercado editorial, la profesionalización de la traducción, la interpretación.

No nos consta la existencia de ningún otro diccionario enciclopédico como el que aquí presentamos, aunque hay algunos medianamente similares. El más parecido de todos ellos, la Encyclopedia of Literary Translation into English, editada por Olive Classe (2000), ciertamente se le asemeja por el hecho de venir presentado el repertorio siguiendo un orden alfabético, pero se diferencia por dos motivos principales: en primer lugar, por la inclusión de entradas sobre conceptos teóricos (que no son, evidentemente, privativos de la traducción al inglés); en segundo lugar, por estar básicamente orientada hacia el polo original (en otras palabras, por la inclusión de autores extranjeros y no traductores). En cuanto a The Oxford Guide to Literature in English Translation, editado por P. France (2000), encontramos una primera parte titulada «Teoría e historia» dividida en tres apartados: cuestiones teóricas, desarrollo histórico y tipos textuales (en realidad, cabría hablar más bien de géneros, ya que siempre se trata de textos literarios), cada uno de los cuales tiene diversos epígrafes, firmados por un autor. Esta primera parte podría ser por su contenido y disposición una monografía colectiva sobre la traducción literaria en general y sobre la historia de la traducción literaria al inglés. En su segunda parte, referida a «la literatura traducida», encontramos dieciséis apartados que siguen un criterio de agrupación lingüística (más otro más, dedicado a la traducción de la Biblia), por lo que no cabe definirlo como un diccionario enciclopédico. El propósito, en cambio, de nuestro diccionario es el de proporcionar una herramienta de consulta donde se encuentre presentada de forma integrada información relativa tanto a la recepción de los autores extranjeros como a los traductores que han hecho posible tal recepción. La presentación combinada de unos y otros, es decir, de voces procedentes de los focos emisores y receptores, nos permite concebir una obra de consulta que esperamos pueda resultar de interés para todos los comparatistas ocupados del rastreo de influencias y fuentes extranjeras en nuestras literaturas[1]. Evidentemente, si entendemos que una literatura nacional —valga ahora este concepto, a pesar de las limitaciones metodológicas que comporta— no puede nunca entenderse separada de las coordenadas espaciales y temporales que la ponen en relación con otras tradiciones literarias extranjeras, habremos de esperar también que pueda resultar de ayuda a los estudiosos de la literatura en lengua castellana, catalana, gallega y vasca.

Bibliografía

Classe, O. (ed.) (2000). Encyclopedia of Literary Translation into English. Michigan_ Fitzborn Dearborn Publishers. 2 vols.

France, P. (ed.) (2000). The Oxford Guide to Literature in English Translation. Oxford: Oxford University Press.

Hoof, H. van (1991). Histoire de la traduction en Occident. París: Duculot. Hoof, H. van (1998). «Esquisse pour une histoire de la traduction en Espagne». Hieronymus Complutensis 6-7. 9-23.

Lafarga, F. y L. Pegenaute (eds.) (2004). Historia de la traducción en España. Salamanca: Ambos Mundos.

Navarro Domínguez, F. (1996). Manual de bibliografía española de traducción e interpretación. Alicante: Universidad de Alicante.

Pym, A. (1998). «Spanish Tradition». En M. Baker (ed.). Routledge Encyclopedia of Translation Studies. Londres: Routledge. 552a-563a.

Pym, A. (2000). Negotiating the Frontier. Translators and Intercultures in Hispanic History. Manchester: St. Jerome.

Ruiz Casanova, J. F. (2000). Aproximación a una historia de la traducción en España. Madrid: Cátedra.

Sánchez Montero, Mª del C. (1998). Lineamenti di storia della traduzione in Spagna. Trieste: SSLMIT-Università degli Studi di Trieste.

Santoyo Mediavilla, J.-C. (1987). Traducción, traducciones, traductores. Ensayo de bibliografía española. León: Universidad de León.

Santoyo Mediavilla, J.-C. (1996). Bibliografía de la traducción en español, catalán, gallego y vasco. León: Universidad de Léon.

Soullier, D. y W. Trubetzkoy (dirs.) (1997). Littérature comparée. París: Presses Universitaires de France.

Valero Garcés, C. (2000). «Translating as an Academic and Professional Activity». Meta 45 (2). 379-383.


Nota

1. Veáse, por ejemplo, Soullier y Troubetzkoy (1997) para una diferenciación clásica de estos dos conceptos. El rastreo de las influencias lleva de los emisores a los receptores, el de las fuentes, opera en sentido contrario.