Enfasiazko adierazkera baten azterketa XIX mendeko itzulpen batean
Resumen
La estilística en la traducción literaria es uno de los campos de la investigación sobre la traducción donde menos elaboración teórica se ha dado, y donde mayores dificultades existen para avanzar. La referencia continua a la lingüística contrastiva por un lado, y a la semántica y al análisis del discurso, a la gramática del discurso por otro, hacen todavía mas ardua esa labor. Tanto más cuando se pretende hacer aportaciones validas y concretas para una lengua en estado de precariedad en tantos sentidos como el euskara.
El autor intenta aportar su contribución a la vez a una gramática descriptiva del euskara, y plantear algunos problemas teóricos para la traductología, sobre todo en el campo de la estilística comparada.
Parte para ello del análisis de una serie de frases extraídas de dos traducciones del castellano el euskara del mismo libro, llevadas a cabo por dos traductores desconocidos a finales del s. XIX: El Liberalismo es pecado (F. Sarda y Salvany) - Liberalen dotriña pecatu da.
En una de las traducciones de dichas frases, de mareado énfasis también en el original, la marca enfatizante viene dada en euskara por un giro lingüístico, al que normalmente se le atribuye valor adversativo. Tanto en el original castellano, como en la otra traducción al euskara, como en otras seis traducciones a otras tantas lenguas románicas que el autor presenta, en ninguno de los casos aparece una marca enfatizante similar a la comentada.
A partir de ahí, la investigación toma dos rumbos: Por un lado el autor intenta definir, desde el punto de vista semántica y y morfosintáctico, tanto el contenido como la estructura del giro citado. Constata que no existen mas que breves y escasísimas referencias y descripciones de El en los diccionarios y gramáticas actualmente mas usados, a pesar de ser un giro muy común en uso hablado de la lengua. Casi todas las referencias lo describen como expresión puramente adversativa, sin citar mas que en tres breves casos, su valor enfático.
Por otro lado este articulo plantea un problema teórico de la traducción: Comparando las dos traducciones existentes al euskara —una la descrita, y la otra que intenta expresar en euskara el mismo énfasis del original por medio de un calco— se aprecia fácilmente que la mejor traducción es la primera, que expresa mejor el énfasis que en castellano no esta expresado explícitamente; pues ahí reside la paradoja, que la teoría de la traducción deberá resolver: los elementos enfatizan tes, que en el original castellano son contextuales y no están lexicalizados tienen, en este caso, su mejor traducción cuando son lexicalizados.
Existen pues componentes del mensaje, que pueden no estar expresados explícitamente, pero que al ser traducidos a otra lengua, al estructurarse el contexto de otra manera, deben lexicalizarse, y si no lo son se pierden, perdiendo con ello la traducción.
El autor afirma que son precisamente estos los aspectos mas difíciles y delicados de la traducción, los que requieren una sensibilidad lingüística mas fina; y termina preguntándose si la perdida de la riqueza lingüística, el empobrecimiento que observa en muchos campos del uso del euskara no será debido, en parte, a que buena parte de la actividad lingüística de muchos vasco-parlantes tiene muchas componentes de traducción, al ser la información original muy a menudo en castellano; pues —observa— cuanto más consciente es la actividad lingüística de los individuos, más calcos del castellano se dan en su producción verbal, y menos apareen unidades de expresión que no tengan su paralelo en castellano, como el apuntado.