La traducción en la pedagogía de las lenguas
Jean René Ladmiral

Resumen

J. R. Ladmiral analiza en este artículo el lugar que debe tener la traducción en la didáctica de lenguas. Afirma, para entrar en el tema, que es notorio que en la didáctica de las leguas se está dando una vuelta a los métodos tradicionales, sobre todo a los métodos de la enseñanza de lenguas antiguas, y ello dentro del contexto de la "renovación pedagógica" en este campo.

Históricamente afirma , la traducción ha sido sobremanera criticada como método de enseñanza de las lenguas, sobre todo en Francia y Alemania, países en los que ha sido casi prohibida por decreto. Es innegable, en efecto, que el uso de la traducción como método de enseñanza de lenguas puede ser hasta contraproducente, en la medida en que choca directamente con los principios de la pedagogía activa, sobre todo con el principio que propugna que las segundas lenguas deben aprenderse sin hacer referencia a la lengua materna. Con todo ello la realidad es que la traducción no ha sido eliminada como método de enseñanza.

En este artículo Ladmiral analiza concretamente el uso de la versión traducción de textos alemanes al francés por nativos franceses en la enseñanza del alemán.

Es indudable que los métodos modernos son eficaces en la la primera fase de la enseñanza de una lengua. Sin embargo es cosa harto probada que dichos métodos tienen su umbral máximo, que al parecer ninguna optimización de los materiales didácticos logra sobrepasar.

No se trata, pues, de negar las realizaciones y los logros de los métodos modernos y volver al modelo tradicional, sino de cambiar el discurso sobre ellos, asumiendo sus valores, y combinándolos con lo positivo que tenían aquellos. No se trata de una simple vuelta al tema y a la versión, sino de aceptar el proceso de traducción como parte de la didáctica de lenguas, asignándole el lugar que le corresponde. Es necesario romper la asimetría de tema y versión, en la que los métodos modernos han inclinado la balanza hacia la aquel, y dar primacía, en un segunda etapa de la pegagogía, a ésta; pero no en la forma en que se da la enseñanza académica de la traducción, sino creando situaciones reales de comunicación, dentro de una estrategia de comunicación, en el marco de un seminario de traducción, que al final del artículo J. R. Ladmiral describirá en concreto.

J. R. Ladmiral, desde esta perspectiva, plantea cinco cuestiones fundamentales a considerar sobre el papel de la traducción en la didáctica de lenguas:

1 . La traducción puede y debe tener una función pedagógica en dicha enseñanza, no solo, como ha sido normal, función de control (exámenes), ni siquiera solamente motivacional.

2. La práctica de la versión hace necesaria una gramática comprensiva, dar la primacía a la capacidad de comprensión en la segunda lengua (recuerda el antiguo concepto de vocabulario pasibo). J. R. Ladmiral recuerda que ésta es la única solución realista insiste en el concepto de solución realista , a los problemas de umbral máximo que se plantean al final de la primera etapa del aprendizaje de la lengua (aprendizaje de las extructuras fundamentales de la segunda lengua).

3. Es necesario cuestionar la primacía de lo oral sobre cualquier otro modo de expresión, y volver a dar primacía a lo escrito (en esta etapa), pues a nivel escrito en más fácil la toma de conciencia metal ngüística, necesaria para ir más allá de los umbrales máximos descritos antes. En este sentido J.R. recuerda el paralelismo entre los procesos de lectura y de traducción (versión), tomados ambos en sentido de interpretación.

4. Es conveniente volver al metalenguaje gramatical. La mejor comunicación, puente o enlace metalingüístico es precisamente la presencia conjunta, la visión conjunta de las dos lenguas en la versión.

5. J. R. Ladmiral afirma finalmente que quizá la paradoja fundamental del aprendizaje de la segunda lengua, y del uso de la traducción en ella, es precisamente que el verdadero y principal objeto de este aprendizaje no es en realidad la segunda lengua sino la propia materna del alumno, que el aprendizaje de la segunda lengua no es quizá fundamentalmente sino una vía indirecta para la profundización en el conocimiento de la propia lengua materna.

La traducción, en este sentido, toma pues primacía una vez se han dominado las estructuras básicas de la segunda lengua, y es una respuesta a los problemas de umbral que presentan los métodos pedagógicos modernos.