Senez 20 (1998)

Senez 20

  • Fecha de publicación: 1998
  • ISSN: 84-7086-287-1
  • D.L.: SS 1196/98
  • 112 págs.

Todos los artículos de este número se han publicado en euskera.


Presentación

Koldo Biguri

Traducción: Koldo Morales

Espero que el lector perdone que la presentación de este número se inicie desde un punto de vista personal, pero ahora que me dispongo a dejar el cargo de director de la revista quisiera aprovechar la ocasión para realizar una retrospectiva de los nueve años que han pasado desde que asumí esa responsabilidad, antes de dejar la dirección en manos de Gotzon Egia, a partir del próximo número.

Nueve años son un plazo suficientemente largo para poder realizar un análisis de la trayectoria recorrida, para reflexionar sobre los aspectos positivos y negativos de ese periodo. Afortunadamente, un repaso rápido muestra más lados positivos que negativos, tanto en lo referente a la propia revista como al amplio campo de la traducción en euskera. En lo que respecta a la revista, no hay duda que es motivo de orgullo para la Asociación de Traductores, Correctores e Intérpretes en Lengua Vasca, puesto que siendo una pequeña asociación profesional ha sido capaz de seguir editándola durante catorce años, sobre todo gracias el esfuerzo de quienes escriben en ella; digo que es motivo de orgullo porque esta Asociación no es un organismo investigador, a pesar de que realiza investigaciones, ni tampoco en un centro de enseñanza de traducción, a pesar de que ofrece lecciones y materia de aprendizaje, ni tampoco una asociación cultural, pese a que realiza un gran trabajo cultural. Todo ello es el fruto de unos hombres y mujeres emprendedores y animosos, y lo mismo sucede con esta revista.

Siguiendo con los aspectos positivos, no podemos dejar de mencionar la difusión y el florecimiento que la traducción en euskera ha tenido tanto en general como en las diversas áreas, algo que nos permite mirar al futuro con optimismo; debemos tener en cuenta, además, que todo ello es un hermoso logro consecuencia del trabajo y de la cooperación de quienes nos hemos reunido en el proyecto de la Asociación.

También han existido, como todos sabemos, algunos aspectos negativos. En efecto, pese a haber dado grandes pasos hacia delante, la traducción en euskera aún no ha conseguido la misma función y el mismo nivel de aceptación que la traducción tiene en sociedades normalizadas, hasta el punto de ser una actividad que sigue siendo marginada o minusvalorada por algunos sectores; como puede verse, debemos seguir trabajando en esa línea. Pero esa no es labor que corresponda solamente a los traductores.

Por otra parte, entrando en el tema de los estudios oficiales de traducción, de estos últimos nueve años no nos queda más que el Master de Traducción de la UPV, y aún no se ha dado el paso de convertir a la traducción en licenciatura universitaria, si bien parece que es algo que se conseguirá en breve. Una de las consecuencias de ello es que en nuestra universidad no se realiza trabajo de investigación sobre la traducción en euskera, como si no tuviésemos esa necesidad. Y, precisamente, los artículos que se publican en esta revista y los seminarios de análisis que organiza EIZIE junto con las jornadas de verano que a veces organiza la UPV a través de la asociación y con los cursos que dan los miembros de EIZIE en la UEU son los únicos esfuerzos que cubren ese vacío, esfuerzos obligadamente modestos ante la gigantesca tarea a afrontar. No nos cansamos de repetir que la traducción en euskera necesita estudios de rango universitario y profesionales con formación universitaria, así como analistas y análisis de sólida base científica, al menos si queremos reforzar y ampliar las raíces de los avances realizados hasta ahora. El propio futuro de esta revista se puede jugar en ese terreno.

No obstante, mientras tanto seguimos por nuestro camino, como lo hacemos también en este número. En él podrás leer una entrevista con el ganador del premio Euskadi de traducción del año pasado, diversos artículos que son fruto de los seminarios que organiza EIZIE, algunas colaboraciones enviadas por miembros de la asociación y un ingenioso texto realizado por la revista Vasos Comunicantes a cuenta de la translatología.

Antes de terminar, de nuevo en el terreno personal, quiero dar las gracias a todos los que en el tiempo en que he sido director han escrito en la revista, tanto a los que lo han hecho empujados por mis perentorias peticiones como a los que lo han hecho por propia iniciativa; espero estoy seguro que con el nuevo director sigan siendo tan comprensivos y tan buenos compañeros de trabajo como lo han sido conmigo.

No nos despidamos.

Koldo Biguri