2018: Encuentros en Bulgaria
Al hilo del programa Itzultzaile Berriak (Nuevos/as traductores/as), que el año pasado nos llevó a Eslovenia, tres representantes de la asociación EIZIE participaron en diversas actividades que se celebraron en Bulgaria, del 17 al 19 de octubre, con el objetivo de dar a conocer la importancia de la traducción en el desarrollo de la literatura y cultura vascas.
Durante tres días Garazi Arrula, Elizabete Manterola y Arantzazu Royo intervinieron en varios actos celebrados en la capital, Sofía, y en la ciudad de Plovdiv. El primero de ellos fue una entrevista de veinte minutos en la radio Alma Mater de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Sofía, emisora que realiza un programa diario (el resto del tiempo sintoniza con una emisora de música clásica). No es la primera vez que acogen a representantes vascos, ya que anteriormente habían entrevistado a más de un/a escritor/a en euskera con obra traducida al búlgaro.
Tras una breve pausa para el almuerzo, las representantes de EIZIE continuaron su labor de promoción en la Radio Nacional, y fueron entrevistadas en el programa de cultura, arte y literatura Art Efir (Graffitis en el aire), que se emite diariamente. En ambas entrevistas hablaron sobre la situación del euskera, el desarrollo de la traducción y la importación y exportación de textos literarios, intentando siempre enlazar con la realidad búlgara.
Para finalizar la primera jornada, fueron recibidas por Yana Genova, directora de la Casa de la Literatura y la Traducción. Este centro acoge a traductoras y traductores para que realicen estancias de trabajo –cuenta con un apartamento–, y organiza así mismo talleres y conferencias. Con motivo de la visita de la representación de EIZIE organizaron una mesa redonda en torno a la traducción desde y al euskera que fue moderada por Ludmila Ilieva, profesora de filología hispánica de la Universidad de Sofía. El público asistente – casi una treintena de personas entre las que había bastantes profesionales de la traducción– se mostró muy interesado, y planteó diversas preguntas en torno a las condiciones de trabajo de las/los traductoras/res, las redes de bibliotecas y la recepción de las obras traducidas. El acto finalizó con la proyección de un fragmento del recital Azken aurreko manifestua del escritor Harkaitz Cano, que además de estar relacionado con el tema permitió que los presentes pudieran oír cómo sonaba la lengua vasca.
Hay que señalar que en todos los actos contaron con la colaboración de la reconocida traductora Maria Pachkova, que ejerció de intérprete entre el búlgaro y el castellano. Pachkova participó en 2016 en el programa Itzultzaile Berriak (Nuevos/as traductores/as) y, además de haber traducido grandes nombres de la literatura española y latinoamericana, ha publicado tres obras de literatura vasca contemporánea traducidas al búlgaro y está traduciendo la cuarta.
Las dos jornadas siguientes tuvieron como eje el ámbito universitario. El jueves 18, las representantes de EIZIE acudieron a la universidad de Sofía, donde llevaron a cabo un seminario con alumnas y alumnos de español, y el viernes 19 realizaron un taller similar en la Universidad de Plovdiv. Los temas por los que más se interesaron los y las estudiantes –una veintena en cada uno de los centros– fueron la situación sociolingüística del País Vasco, la evolución de la traducción hacia el euskera, la importancia de la traducción en el desarrollo de la literatura y las especificidades de la traducción en euskera. Si bien contaron en todo momento con la colaboración de Maria Pachkova, en estos talleres no fue necesario recurrir a la interpretación.
Además de lo ya mencionado, estos encuentros nos han permitido dar a conocer la labor que realizan tanto el Instituto Vasco Etxepare, que ha colaborado en la organización de estos encuentros, como la asociación EIZIE, al tiempo que nos han brindado la oportunidad de trabar relación con traductores/as, escritores/as, estudiantes y otros agentes culturales búlgaros. Gracias a esos intercambios hemos podido conocer, por ejemplo, qué políticas de promoción de la literatura y la traducción se utilizan en Bulgaria, cuya cultura, dicho sea de paso, es bastante desconocida para el público vascohablante; como ejemplo, basta señalar que aún no hay ninguna obra literaria búlgara vertida al euskara.
El balance de estos encuentros organizados por EIZIE y el Instituto Vasco Etxepare, por tanto, muy positivo, y estimamos que pueden ser la base de futuros proyectos de colaboración entre nuestras dos culturas. Proyectos que, necesariamente, habrán de ser bidireccionales, por lo que no debemos olvidar que para poder exportar la cultura y la literatura vasca es crucial impulsar la formación de profesionales capacitados para ello.