«Cuando vayan a leer su intervención, faciliten el texto con antelación al o a la intérprete»

2023 Julio 7
«Cuando vayan a leer su intervención, faciliten el texto con antelación al o a la intérprete»


Declaración de EIZIE

El pasado 28 de junio, las Juntas Generales de Álava celebraron el pleno de investidura del diputado general, acto en el que, como sucede habitualmente en las instituciones del País Vasco, se utilizó el servicio de interpretación euskera-castellano para garantizar los derechos lingüísticos de las y los asistentes, o dicho de otra manera, para garantizar que sus mensajes fueran comprendidos por toda la audiencia al margen de la lengua oficial que eligieran para su intervención.


Se trata de una práctica cotidiana en nuestras administraciones, por lo que casi nadie habría reparado en ello de no ser porque la sesión se vio interrumpida a los pocos minutos de comenzar el discurso de uno de los candidatos a diputado general. Tal incidencia tuvo eco en dos medios de comunicación, en los que se señalaba que el receso había sido provocado por el intérprete.


Según ha podido saber nuestra asociación, el intérprete había solicitado con antelación, y en varias ocasiones, que le hicieran llegar los textos que se leerían en la sesión, pero en el caso de esa intervención, para cuando lo recibió estaba ya interpretando en cabina. A pesar de todo, continuó con su trabajo, pero al cabo de unos minutos se vio obligado a advertir que, al no haber podido analizar previamente el texto, no podía seguir interpretando. Finalmente acordó un receso de 5 minutos con la organización, para poder, al menos, leer el texto completo.

Sabido es que no hablamos y escribimos de la misma manera, que los registros lingüísticos, la manera de estructurar la información, las expresiones que utilizamos varían de una intervención oral a una escrita. Justamente por eso, los textos escritos se traducen (con tiempo y con la posibilidad de recurrir a diccionarios y otras herramientas), mientras que las intervenciones orales se interpretan de manera simultánea, y la o el intérprete ha de tener en cuenta no sólo las palabras sino también el contexto, los gestos y el lenguaje corporal de quien interviene, para así trasladar con la mayor precisión el discurso al idioma de destino.

Pero también existen situaciones intermedias, como la que nos ocupa, en las que se da lectura a un texto cuidadosamente redactado. Además, la o el orador (del ámbito político en la mayoría de los casos) es consciente de que sus palabras pueden ser reproducidas por los medios de comunicación, lo que suele implicar que los textos esté cuidados hasta el último detalle.

En tales casos, es necesario que la o el intérprete conozca el texto para poder realizar su trabajo de forma adecuada; es decir, que haya podido leerlo al menos una vez y que disponga del mismo en un formato que le permita seguirlo al tiempo que interpreta. Cuanto mayor sea el tiempo del que dispone el o la intérprete para prepararlo, mejor llegará el mensaje a la audiencia; por el contrario, en caso de no cumplirse los dos requisitos citados, resultará imposible hacer llegar un discurso de nivel similar al original.


Es lo que ocurrió en las Juntas Generales de Álava y lo que sucede con frecuencia en las instituciones vascas: que no se cumplen los requisitos mínimos.

En opinión de la asociación EIZIE, la decisión tomada por el intérprete da muestra de su respeto a la audiencia, a las lenguas, a la interpretación y a su propio trabajo, por lo que desea dejar patente su apoyo al intérprete implicado, que no hizo más que dar los pasos necesarios para cumplir correctamente con su tarea; si el discurso del candidato se le hubiera hecho llegar a tiempo, nada de esto habría pasado y la sesión se habría desarrollado con total normalidad.

Así mismo, queremos señalar que existen protocolos para la utilización de servicios de interpretación, que además de facilitar las labores de organización evitarían situaciones similares.

La Junta directiva
5 de julio de 2023