Jesus Krist Gure Jaunaren Testamentu Berria
La Fundacion Caja Navarra ha realizado una edición facsímil del Jesus Krist Gure Jaunaren Testamentu Berria, traducción del Nuevo Testamento realizada por Joannes Leizarraga en 1571.
La publicación se ha realizado sobre el ejemplar original que la entidad financiera Caja Navarra adquirió en el año 1995 en una subasta de la prestigiosa casa Christie's de Londres, por unos 200.000 euros. Se trata de uno de los pocos ejemplares que se conservan de la edición princeps encargada por la reina de Navarra Joana de Albret.
La edición va acompañada de un libro, con textos en francés, euskera y castellano, sobre la vida y la obra de Joannes Leizarraga, escrito por los académicos Xabier Kintana, Henrike Knörr y Txomin Peillen.
En próximas fechas llegará a las librerías una edición comercial de esta obra, con una tirada inicial de un millar de ejemplares.
Joannes Leizarraga nació en 1525 en Briscous (Labort) y murió en 1601 en La Bastide-Clairence. En 1560 se convirtió al protestantismo (al igual que la reina de Navarra, Juana de Albret) y se puso a las ordenes del Sínodo de Pau quien le encargó, para ayudar en la difusión de la reforma entre la población, la traducción de la Biblia al euskera. Las edición tenía tres libros:
- Jesus Krist Gure Jaunaren Testamentu Berria, el Nuevo Testamento
- Kalendrera, calendario de festividades religiosas
- ABC edo Kristinoen instrukzionea, lecciones rudimentarias para aprender a leer y la doctrina.
Las tres obras fueron publicadas en 1571 en La Rochelle (Francia), fortaleza de los hugonotes, y junto a la Biblia incluyó algunos escritos sobre la vida diaria del cristiano. Los críticos destacan de él el mérito del traductor, ya que se supone que la lengua en la que escribió tenía una escasa tradición escrita, al menos en prosa.
Se exigió a sí mismo ser lo mas fiel posible al texto original. El tener que traducir oraciones subordinadas le llevó a imitar la sintáxis de las lenguas románicas. Los investigadores aprecian las normas ortográficas aplicadas casi sin excepción en toda la obra y son muchos los ejemplos que demuestran el método de traducción sistemático y meticuloso que debió utilizar. Eso hace pensar que Leizarraga, ayudado por un equipo de colaboradores, creó prácticamente de la nada una versión estandarizada del idioma, para poder así traducir los textos religiosos tal y como exigían las ideas reformistas.