«Se busca a un traductor de mongol»
La imposibilidad de localizar a un intérprete obliga a suspender un juicio de Donostia (Javier Peñalba) Que la sociedad vasca es cada vez más multirracial es evidente. Basta con pasear por cualquier pueblo o ciudad para constatar la diversidad de culturas y nacionalidades que conviven en la comunidad autónoma. Peruanos, colombianos, ecuatorianos, chinos, indios, marroquíes, argelinos, sudaneses... Hoy, todos conforman Euskadi. Este flujo ha obligado a la Administración a crear nuevos servicios para, en la medida de lo posible, lograr que la acomodación de los recién llegados a nuestras localidades sea menos traumática. Al mismo tiempo, ha dotado a las instituciones de medios para que exista una mayor intercomunicación.
Esto último, sin embargo, no siempre es posible. Un claro ejemplo de ello se vivió en ayer en la Audiencia de San Sebastián. Se juzgaba a una persona para quien la Fiscalía de Gipuzkoa solicitaba una condena de cuatro años de prisión. En el banquillo se sentaba un hombre acusado de haber agredido con un arma blanca a un compañero de piso tras una disputa que se originó por el volumen de la televisión. Todo estaba previsto para que la vista se celebrase. Las partes estaban debidamente convocadas. Incluso, el juicio comenzó con la declaración del imputo. Sin embargo, la sesión hubo de interrumpirse cuando quedó en evidencia que la víctima de la presunta agresión, el testigo fundamental, apenas entendía lo que se le preguntaba y, además, tenía dificultades más que serias para expresarse en español. Y es que no era fácil para él tratándose de un ciudadano de Mongolia. La noticia completa en: El Diario Vasco