El Vaticano quiere retornar al latín

2004 Abril 1
El Vaticano quiere retornar al latín

No será para la liturgia, sino en la formación sacerdotal. La Santa Sede constata que la ignorancia de la lengua oficial de la Iglesia ciega a los seminaristas las fuentes de la doctrina.

El cardenal polaco Zenon Grocholewski, de 64 años, es desde 1999 el prefecto de la Congregación para la Educación Católica, que regula la formación en los seminarios e institutos de estudio de la Iglesia. Ha creado una comisión especial para responder a una petición muy especial del Papa preparar un documento sobre la utilización del latín en la Iglesia, que incluya su aprendizaje obligatorio en los seminarios.

En principio la idea es que un primer borrador sea enviado antes del verano a las conferencias episcopales para que lo estudien y planteen sus sugerencias, de manera que a finales de año pueda ver la luz. El latín sigue siendo la lengua oficial de la Iglesia, aunque casi ninguno de sus documentos se redacta ya en este idioma, en buena medida porque la inmensa mayoría de los eclesiásticos de la curia romana lo han abandonado o incluso lo desconocen.

Esto ha dado lugar a situaciones paradójicas, como sucedió con el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica. En 1992 se editó simultáneamente en todas las lenguas cultas sin que estuviese preparada la versión latina... que es la que debe servir de referencia a todas las demás. Ésta no apareció hasta 1997. La versión oficial latina era traducción de la original francesa.

«Para no automutilarse», ha declarado el cardenal Grocholewski, «la Iglesia no puede dejar de conservar su tradición y su patrimonio, por lo cual urge establecer las disposiciones necesarias para que la lengua latina se estudie adecuadamente en los seminarios».

Hace cuarenta años, todas las sesiones del Concilio Vaticano II se celebraron con intervenciones públicas orales en latín, y el mismo documento conciliar Optatam totius sobre la formación sacerdotal señalaba que los seminaristas «deben adquirir el conocimiento de la lengua latina que les permita entender y usar las fuentes de tantas ciencias y los documentos de la Iglesia». Se trata ahora, cuatro décadas después, de cumplirlo.



Artículo publicado en www.elsemanaldigital.com 2003-03-21